Las recaídas en la esclerosis múltiple se pueden presentar de diferentes formas, a continuación se describen algunas de ellas:

Cambios en la vista: se puede presentar pérdida de la visión por un solo ojo, visión borrosa y visión doble prolongada.

Problemas con la memoria o la atención: la dificultad para concentrarse o recordar cosas se asocian a las recaídas en la esclerosis múltiple.

Problemas con el funcionamiento de los músculos: espasmos, entumecimientos, temblores, pérdida del equilibrio, control inadecuado del movimiento de las extremidades y problemas para tragar o hablar con normalidad son algunas de las alteraciones motoras que se pueden presentar en las recaídas.

Reducción de la sensibilidad o aumento de la sensación de dolor: debilidad, hormigueo o calambres en las extremidades, tronco o cara y el vértigo son algunos de los síntomas que se presentan en las recaídas a nivel sensitivo.

La pérdida del control de esfínteres: es la incapacidad que se tiene de controlar a voluntad la salida de la orina o las heces.

Sección esclerosis
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